Maychi hampimanta: Sanando con Sabiduría Natural.

La historia de Chaska y su perro Chuspi

Índice

Maychi hampimanta cuenta la historia de Chaska, una niña de 5 años, iba a la escuela con su perrito Chuspi. Un día, al seguir una mariposa, tropezó y se lastimó la boca. Chuspi informó al maestro, quien la llevó de regreso y llamó a su padre. El papá de Chaska usó hierbas medicinales para tratar su herida, y en pocos días, Chaska se recuperó. Ella compartió su experiencia con sus amigos, y toda la comunidad aprendió sobre el poder de las hierbas medicinales para sanar heridas bucales.

¿Qué descubren los niños con esta historia?

En «Maychi Hampimanta», los niños aprenden sobre la importancia de la amistad, la valentía y las soluciones naturales. A través de la experiencia de Chaska y su uso de hierbas medicinales para sanar una herida, los pequeños descubren cómo la naturaleza puede ayudar a la curación y cómo es importante ser cuidadosos y respetuosos con el entorno.

¿Para qué edades es esta historia?

Esta historia está dirigida a niños de nivel inicial, específicamente entre los 3 y 5 años. Está diseñada para ser fácil de entender y atractiva para los más pequeños, ayudándolos a desarrollar habilidades lingüísticas y culturales en quechua chanka.

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Ideal para niños de 3 a 5 años, esta historia nos enseña:

Cuidado entre amigos: Chuspi cuida a Chaska cuando se lastima, mostrando cómo los amigos pueden ayudarse mutuamente.
Medicina natural: El padre de Chaska usa hierbas para curarla, mostrando cómo los remedios naturales pueden ser efectivos.
Aprender juntos: Todos en la comunidad aprenden sobre las hierbas medicinales gracias a la experiencia de Chaska, destacando la importancia de compartir conocimientos.
No rendirse: Chaska se recupera rápidamente, enseñando sobre la importancia de ser fuerte ante los problemas.

En resumen, la historia promueve el cuidado entre amigos, el uso de remedios naturales, aprender de los demás y ser fuerte frente a las dificultades.

Descargar y acompáñanos a descubrir la magia de esta historia en quechua que nos enseña en cuidarnos entre amigos y familiares.

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¿En qué formato está disponible la historia?

La historia «Maychi Hampimanta» está disponible en formato PDF, fácil de abrir y leer en cualquier dispositivo.

¿Hay otros recursos disponibles en quechua chanka?

Sí, ofrecemos una amplia variedad de materiales educativos en quechua chanka para inicial, primaria, secundaria, y docentes y público en general.

¿Puedo compartir los recursos descargados?

Sí, los recursos están destinados a ser compartidos y utilizados ampliamente para fomentar el aprendizaje y la preservación del quechua chanka.

¿Hay una traducción en español?

Si aqui lo puedes leer: Maychi hampimanta.
Historias y relatos 3 – Inicial – Quechua chanka

Chaska era una niña de 5 años que todos los días iba a la escuela acompañada de su perrito Chuspi. Una mañana, al dirigirse a la escuela, vio una mariposa muy bonita y la siguió. Luego de correrla, tropezó y cayó sobre una roca. Se lastimó la boca y su labio se partió. Chaska lloró mucho de dolor.

Chuspi corrió a informar al maestro lo sucedido. Con rapidez, salió de la escuela y llevó a Chaska de regreso. El maestro, al ver a Chaska sangrando, comenzó a llorar. Luego, llamó al papá de Chaska.

El papá de Chaska llegó corriendo, vio el labio herido de Chaska y la cargó para llevarla a casa, mientras los doctores ya estaban en camino. Los doctores llegaron y pidieron llevarla al hospital para tratar su herida. El papá no quiso, y la llevó a casa.

El papá de Chaska, usando hierbas medicinales y agua, trató la herida de su hija. Enjuagó su boca con una solución de hierbas y sal, y la limpió bien. Así, cada día, su boca fue sanando.

Chaska, ya recuperada, regresó a la escuela. El maestro aún se preocupaba, revisaba su boca, y no veía ninguna herida. Chaska contó a sus amigos sobre el tratamiento con hierbas y cómo se curó.

Los niños regresaron a sus casas y contaron a sus familias. Desde ese día, la comunidad se enteró de que las hierbas medicinales pueden sanar heridas bucales. Chaska, al caminar por el pueblo, ya no perseguía mariposas y aprendió a ser más cuidadosa.